jueves, 11 de junio de 2015

Adiós, Silvia, compañera y luchadora de lo cotidiano.


Información en diario La Razón, de Bolivia.

Nos cuesta tanto creer que la Silvia Jara ya no esté entre nosotros. La acompañaba la alegría, la buena disposición, y el convencimiento para luchar por las causas en las cuales creía. 

El Movimiento Nacional de Solidaridad con Cuba pierde a una de sus históricas y combativas integrantes, su familia  sufre una pérdida irreparable, sus amigas y amigos no volverán a saber de su risa y su buen ánimo. 

Es difícil encontrar palabras para enfrentar un accidente que de la noche a la mañana nos deja sin Silvia.  Sólo nos queda el recuerdo de su vida con un profundo contenido y con su amor por Chile y por Cuba. Y saber que su memoria queda protegida por lo mejor que ella creó y cuidó. sus hijos, su familia, sus ideales y sus amigos.

Te queremos, Silvia, y te recordamos. La esperanza y la alegría también son formas creadoras de lucha y de resistencia, y tú fuiste una llamarada de energía.

Para tu despedida, y con todo cariño, un poema del maestro de las letras cubanas,  José Martí:  

  José Martí


¡Vivir en sí, qué espanto!
Salir de sí desea
El hombre, que en su seno no halla modo
De reposar, de renovar su vida,
En roerse a sí propia entretenida.-
La soledad ¡qué yugo!
Del aire viene al árbol alto el jugo: -
De la vasta, jovial naturaleza
Al cuerpo viene el ágil movimiento
Y al alma la anhelada fortaleza.-
¡Cambio es la vida! Vierten los humanos
De sí el fecundo amor: y Iuego vierte
La vida universal entre sus manos
Modo y poder de dominar la Muerte.
Como locos corceles
En el cerebro del poeta vagan
Entre muertos y pálidos laureles,
Ansias de amor que su alma recia estragan
De anhelo audaz de redimir repleto
Buscar en el aire bueno a su ansia objeto
Y vive el triste, pálido y sombrío,
Como gigante fiero
A un negro poste atado,
Con la ración mezquina de un jilguero
Por mano de un verdugo alimentado.
¡Fauce hambrienta y voraz, un alma amante!
Y aquí, enredado entre sus hierros, rueda
Y el polvo muerde, el aire tasca y queda
Atado al poste el mísero gigante.

Hasta siempre, compañera!!

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