Un herético y ansiado libro
Ha llegado a las manos trovadictas un libro esperado, necesario. Con el nombre de Trovadores de la herejía, Bladimir Zamora y Fidel Díaz
han compilado no solo un manojo de canciones y cuatro entrevistas; en
esas poco más de 350 páginas va el espíritu de una época vibrante,
cuestionadora; la de los hijos de Guillermo Tell, tomando prestada la
metáfora a uno de sus protagonistas.
El Caimán Barbudo y su colectivo se han erigido, junto al Centro Pablo de Victor Casaus
y María Santucho, en el bastión cultural de la canción inteligente
hecha en Cuba. Nunca olvidaré que gracias a los textos de Bladimir
Zamora, Fidel Díaz, Humberto Manduley (¡cómo se le extraña!) y Joaquín Borges-Triana
tuve mis primeros acercamientos a muchos de los autores que hoy
considero imprescindibles en mi biblioteca musical. El Caimán se ha
convertido con el paso de los años en un fenómeno inseparable de la
Nueva Trova, simbiosis perfecta que agradecen los amantes de la poesía
cantada. Por eso no es extraño ni fortuito que dos de los principales
culpables de dicha complicidad enriquezcan el universo editorial cubano
con esta compilación.
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