"Regrésenlos"
(discurso de Elena Poniatowska en el Zócalo)
26 oct 2014 Hoy, domingo 26 de octubre, a un mes de la
ausencia de los 43 muchachos desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa por
la Policía Municipal de Iguala, Guerrero reclamamos aquí en el centro del país,
en la capital de México, la presencia de los muchachos y pedimos a cielo
abierto y en voz alta: “Regrésenlos”.
La
Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero es muy pobre pero es el único lugar donde
los que nada tienen pueden recibir una educación superior gratuita. Es la única
opción de los campesinos que han escogido ser maestros rurales. Las
HABITACIONES de los estudiantes de la Normal evidencian la miseria, el abandono
de los muchachos. Su comida también. Cuando a uno de ellos le sirvieron leche
exclamó que era la primera vez que la veía y sonrió al decir que le gustaba.
Así como la leche, son muchos los alimentos que los chavos desconocen. Sus
camisetas, sus mochilas, sus suetercitos recargados en los muros de su cuarto
vacío, sus utensilios de plástico, todos son prendas de pobre.
Ya
es hora de que en México hablen los pobres, ya es hora de que los ciudadanos se
manifiesten por encima de los partidos. Ya es hora de que seamos consultados.
Ser consultado es un derecho político que demandamos desde hace mucho tiempo
los HABITANTES de los 32 estados de la república. Somos miles los mexicanos que
no nos sentimos representados, miles los mexicanos que queremos una democracia
participativa, miles de mexicanos que levantamos la voz y pedimos ser tomados
en cuenta en los asuntos públicos, sobre todo en los de trascendencia nacional
como es nuestro futuro energético. Los grandes temas nos conciernen pero
conciernen sobre todo a los jóvenes porque además de ser el futuro tienen que
mantenerse vivos. Sin ellos simplemente no hay país. Así como se dice “Sin maíz
no hay país”, sin los jóvenes no hay nada.
El
pasado miércoles 23 de octubre en una marcha que NO convocó un solo partido,
los ciudadanos se organizaron solos e inauguraron una protesta ejemplar,
absolutamente fuera de serie. La marcha resultó cinco veces mayor que la
consignada por los medios: 350 mil personas, un río de gente seguía entrando y
abarrotaba las calles aledañas al zócalo de por si lleno a reventar. La
multitud protestaba contra el crimen de Ayotzinapa, un crimen de lesa
humanidad. Los estudiantes fueron cazados, sometidos a la tortura hasta la
muerte, a la desaparición forzada, a ejecuciones arbitrarias y ahora los
culpables quieren librarse de su responsabilidad acusando a los jóvenes y
buscan criminalizarlos al querer ligarlos al cartel de “Los Rojos” o a
“Guerreros Unidos”. No se vale desviar la investigación de los hechos y
deslizar en conferencias de prensa que se trata de un enfrentamiento entre
cárteles. Tampoco se vale implicar a los muchachos en grupos guerrilleros. El
“caso Iguala” es una mancha atroz en la vida oficial y política de nuestro país
ya de por sí hundida en el lodo.
El
periodista París Martínez se preocupó por levantar con amigos y familiares
perfiles de los estudiantes. Es justo, a pesar de que solo podamos hacerlo con
unas cuantas líneas, que recordemos a cada uno y por eso les pido que después
del nombre y la descripción de cada muchacho digamos todos al unísono:
“Regrésenlo” así como en la Guardería ABC en Hermosillo cuando la muerte de 49
niños y 76 heridos, el 5 de junio de 2009 dijimos “Presente”, el nombre de cada
niño.
1.
Jhosivani Guerrero de la Cruz, de 20
años, de Omeapa delgado, de cara espigada, de ojos rasgados apodado “Coreano”
camina 4 kilómetros de ida hasta la carretera para tomar el transporte y cuatro
de regreso porque quiere ser maestro de primaria en su tierra Omeapa.
2.
A Luis Ángel Abarca Carrillo, de 21
años, de la Costa Chica, de San Antonio, municipio de Cuautepec lo apodan
Amiltzingo. Muy cariñoso, es miembro de la “Casa Activista” en la que los
normalistas pueden inscribirse para recibir formación política. Allá adentro
resuena el nombre de Lucio Cabañas. Los ricos de Guerrero consideran revoltosos
a los normalistas porque el héroe al que buscan imitar es el guerrillero Lucio
Cabañas que también fue maestro.
3.
A Marco Antonio Gómez Molina, de 20
años apodado Tuntún de Tixtla le encantan las tocadas de rock, le gusta mucho
“Saratoga”, “Extravaganza”, “Los Ángeles del Infierno”. También él es compañero
que siempre hace reír de la Casa Activista.
4.
A Saúl
Bruno García, de 18 años lo conocen como Chicharrón, y es
“desmadroso”, es de los que trata de hacerte reír hasta donde más, muy bromista
y amistoso. Es de Tecuanapa y le falta el dedo anular de la mano izquierda
porque se lo mordió el molino cuando hacia la masa. Saúl Bruno García rapó a
todos los de la “Casa Activista”. Un compañero tenía fotos del momento de la
rapada en su celular, pero los policías se lo quitaron.
5. Jorge Antonio Tizapa Legideño, de
Tixtla tiene 20 años –dice su mamá–, y tiene un hoyito en la mejilla izquierda.
Le gusta trabajar en el campo sembrar granos y hortalizas porque nunca alcanzan
los recursos del gobierno estatal para los 500 estudiantes.
6.
Abel García Hernández, de Tecuanapa
es un niño campesino de 19 años, tiene una mancha atrás de la oreja derecha, es
flaquito y mide 1.62 de altura.
7.
A Carlos Lorenzo Hernández Muñoz, de
19 años lo bautizaron como “el Frijolito” y es de la Costa. Parlanchín, siempre
está dispuesto a ayudar a las personas”. “El Frijolito” fue el primero en
ponerse de pie para donar su sangre cuando la pidieron en Tixtla para un
enfermo.
8.
Adan Abraján de la Cruz, de 20 años,
campesino, es del Barrio de El Fortín, en Tixtla, un pueblo que cuida la
Policía Comunitaria. Es del equipo de futbol de los Pirotécnicos de El Fortín,
sus amigos lo consideran buen futbolista…
9.
Felipe Arnulfo Rosa, campesino es de
un rancho del Municipio de Ayutla y tiene 20 años. Se cayó de espaldas siendo
chiquito y tiene una cicatriz en la nuca.
10.
A Emiliano Alen Gaspar de la Cruz,
lo bautizaron como “Pilas”, por inteligente. “No echa relajo, es sereno y
razona mejor que otros, le gusta tener todo en su lugar”. Emiliano fue uno de
los 20 alumnos de primer ingreso que, hace dos meses se inscribieron en la Casa
Activista. Diez miembros de la Casa Activista se encuentran entre los 43
normalistas secuestrados el 26 de septiembre.
11.
César Manuel González Hernández, de
19 años es de Huamantla, Tlaxcala, desmadroso, tiene el apodo de “Panotla”,
pero también le dicen “Marinela”, porque una vez, en Jalisco, se llevó la
camioneta de la empresa que hace pastelitos.
12.
Jorge Alvarez Nava, “el Chabelo” de
19 años es del municipio de Juan R. Escudero, Guerrero, tiene una cicatriz en
el ojo derecho y es tranquilo. Nunca alburea a nadie, nunca dice una grosería y
su paciencia hace que nunca le falte al respeto a nadie. Es uno de los más
sensibles de la Casa Activista... Sus padres aguardan en la cancha deportiva de
la Normal de Ayotzinapa y se abrazan al hablar de él.
13.
José Eduardo Bartolo, Tlatempa, de
17 años es de Tixtla, estudiante de primer año de la Normal Rural. Su padre es
albañil de oficio y espera que su hijo sea profesionista.
14. Israel
Jacinto Lugardo, de 19 años es de Atoyac, y sus amigos lo apodan
“Chukyto”. Su mamá sostiene un cartel con el rostro de su hijo y lo exhibe ante
los automovilistas, durante la toma de la caseta de Palo Blanco, en la
Autopista del Sol. “Él es medio robusto, tiene una cicatriz en la cabeza. Su
piel es morena clara, su nariz media chata. Es un buen muchacho, se vino con
mucha ilusión a estudiar.
15.
Antonio Santana Maestro, apodado
Copy porque habla muy bien en público, es reconocido en la Casa del Activista a
la que acuden los otros jóvenes. El Copy toca la guitarra, también le gustan
los videojuegos, juega con el PSP… pero lo que más le encanta, es la lectura…”
16.
Christian Tomás Colón Garnica, de 18
años de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca. Su papá VIAJO desde su tierra apenas se
denunció el rapto de los 43 jóvenes normalistas. “Yo soy jornalero, gano 600
pesos semanal, máximo, y eso cuando hay, porque a veces no hay trabajo. Mi
muchacho quiere ser maestro esa es la profesión que él quiere, pero lo
frenaron, lo detuvieron… ¡¿Qué vamos a hacer?!”
17.
A Luis Ángel Francisco Arzola, de 20
años, sus compañeros normalistas lo conocen como “Cochilandia”, pero nadie sabe
por qué. Llegó con el apodo. Es un chavo serio, trabajador, y aquí lo estamos
esperando y queremos que él sepa que no vamos a parar hasta encontrarlo”.
18.
Miguel Ángel Mendoza Zacarías, de
Apango, municipio Mártir de Cuilapa
tiene 23 años, y sus compañeros consideran que el “ya es grande”. Ellos
tienen entre 17 y 20 años. En su pueblo, Apango, era peluquero para salir
adelante. Es un chavo bajito, “chido” según sus cuates porque los apoya, da
consejos, da todo a cambio de nada. Cuidaba a sus papás y a sus hermanos. Vino
a la Normal en el mismo asiento del autobús con un compañero “pero empezaron
los balazos y desafortunadamente él corrió para un lado y yo para otro, a él lo
arrestaron los policías de Iguala, yo logré escapar, pero desde entonces no lo
encuentro…”
19.
Benjamín Ascencio Bautista, de 19
años, a quién le dicen “comelón” porque un día se acabó solo todas las galletas
en una mesa durante una conferencia es originario de Chilapa. Antes de ingresar
a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa
fue educador comunitario del Consejo Nacional de Fomento Educativo
(CONAFE). Se prepara a voluntarios para alfabetizar en poblaciones marginadas,
aisladas, rurales e indígenas de todo el país.
20.
Alexander Mora Venancia, de 19 años
y proveniente de “El Pericón”, municipio de Tecuanapa, Guerrero, nadie le podía
quitar la idea de ser maestro. Le gusta dar clases. Primero ayudó en el campo
pero quiso estudiar… “Y yo le exijo –dice su padre- a la autoridad que haga su
trabajo como debe ser, que no tape a los culpables de la masacre que cometieron
los policías de Iguala y su presidente municipal. Así como vivos se los
llevaron, quiero que vivos los regresen…”
21.
Leonel Castro Abarca, campesino de
la comunidad de “El Magueyito”, municipio de Tecuanapa, no tiene apodo y para
sus amigos “es una persona seria, pero con sentido del humor. Sueña con ser
maestro, para sacar a su gente adelante.
22.
Everardo Rodríguez Bello, de 21 años
es originario de Omeapa. Lo conocen como El “Shaggy” porque se parece al de
Scooby Doo. Técnico en mecánica automotriz desde el CONALEP se enoja mucho con
la desigualdad sobre todo cuando se trata de comida: si a ti te dan seis
tortillas y a él cinco, protesta.”
23.
Doriam González Parral, de
Xalpatláhuac, Guerrero tiene 19 años. Es chaparrito y “se ve como un niñito”,
“y por eso le dicen “Kínder”. Causa mucha gracia cuando echa relajo. Tiene un hermano en la Normal… Los hermanos
entraron juntos, es notoria su fraternidad y los dos fueron secuestrados
juntos…”
24.
Jorge Luis González Parral de 21
años, es el hermano mayor de Doriam, el Kínder, es un compañero serio que ha
trabajado en diferentes taquerías y aunque le gustaba quería progresar y
escogió ser maestro igual que Kinder su hermano. Su apodo es “Charra” porque
tiene una cicatriz en la pierna como si se la hubiera hecho con una charrasca…”
25.
Marcial Pablo Baranda,de 20 años
habla una lengua indígena y quiere ser maestro bilingüe al lado de otros
maestros bilingües que vienen de pueblos todavía más pobres. Es bajito, buena
onda, primo de Jorge Luis y Doriam y sus
amigos lo apodan “Magallón”, porque su familia tiene un grupo musical tropical
con ese nombre que canta canciones de su tierra la Costa Chica. Se la pasa
cantando cumbias y toca la trompeta y las tarolas.
26.
Jorge Aníbal Cruz Mendoza, de
Xalpatláhuac, también es de la banda de los Kínder, a él le dicen “Chivo” y es
serio y aunque se lleva bien con todos casi no echa desmadre…”
27.
A Abelardo Vásquez Peniten,
originario de Atliaca, Guerrero, le gusta el futbol. En un partido hace poco
metió muchos goles… Nunca echa desmadre, se da a respetar porque nunca le falta
al respeto a nadie ni anda criticando. Además del futbol le encanta estudiar
porque agarra un libro y agarra otro y otro, y otro.”
28.
A Cutberto Ortíz Ramos de Atoyac le dicen “El
Kománder” porque tiene cierto parecido con el cantante de corridos norteños.
Tiene una mirada muy fuerte, es robusto, alto, amigable, responde de buena
manera. En los campos de cultivo de la escuela le echa ganas… Y le encanta
contar un chiste de Bob Esponja, se ríe e imita a la perfección la risa de Bob
Esponja…”
29.
Bernardo Flores Alcaraz, campesino,
tiene 21 años y en su pecho un lunar como una manita de gato… Tiene mucha
ilusión de ser maestro y de ayudar a los niños y a los señores adultos que no
saben leer ni escribir. En el campo hay mucha gente rezagada en educación y su
ilusión es enseñarles…Los 43 normalistas salieron a recabar fondos para hacer
sus prácticas, no se vale que les trunquen su vida y los dejen tirados en su
sangre…
30.
Jesús Jovany Rodriguez Tlatempa de
Tixtla apodado el Churro de 21 años es el mayor de cuatro hermanos y “el único
apoyo de su mamá” según su prima quien marchó durante cinco horas manteniendo
en alto una pancarta con su retrato. Lo invitaron a la jornada de boteo del 26
de septiembre. Es un muchacho sumamente noble que mantiene a una sobrina de un
año porque su hermana es mamá SOLTERA y funge como figura paterna. Su prima
reclama con furia su presentación así como pide justicia para los muchachos de
Tlatlaya en el estado de México que son muchos.
31.
Mauricio Ortega Valerio de Matlalapa
o Matlinalpa cerca de “La Montaña” 18 años es apodado “Espinosa” porque cuando
lo raparon – tradición en la Normal de Ayotzinapa para los alumnos de primer
ingreso– le salió cierto parecido con Espinosa Paz, el cantante.
32.
A Martín Getsemany Sánchez García de
Zumpango, de 20 años, a quién le gusta jugar futbol y le va al Cruz Azul, toda
su familia lo busca. Tiene ocho hermanos y durante la marcha del miércoles 22
en Chilpancingo, sus familiares llevaron una manta con su fotografía.
33.
Magdaleno Rubén Lauro Villegas de 19
años, conocido como El Magda, es un compa tranquilo y noble que estudia para
convertirse en maestro bilingüe, para para dar clases a los niños indígenas que
no hablan español…”
34.
Giovanni Galindo Guerrero de 20 años
conocido como el Espáider, “porque es flaquito y tiene su propio estilo para
correr y brincar como si se estuviera colgando de las telarañas igual que el
“Hombre Araña”…”
35.
A José Luis Luna Torres de 20 años
de Amilzingo, Morelos, sus cuates le dicen Pato, porque se parece al Pato
Donald y tiene voz de pato. Es serio, tranquilo, siempre te habla bien, es
buena onda, pero es callado y no echa mucho desmadre.
36.
Julio Cesar López Patolzin de 25
años de Tixtla “no tiene apodo. Le dicen simplemente “El Julio”. Es buena onda
el bato pero calladito, no echa mucho relajo, solo se lleva con unos pocos pero
siempre es agradable…”
37.
A Jonás Trujillo González de la
Costa Grande del Ticuí municipio de Atoyác de Álvarez le dicen Beni porque su
hermano también está en la Normal de Ayotzinapa pero en segundo año y él se
llama Benito… Por lo tanto ellos son los Benis… Es alto, gordito y se lleva muy
bien con su hermano. Los dos son muy parecidos, aunque el menor es más alto y
más clarito de piel…”
38.
A Miguel Ángel Hernández Martínez,
de 27 años lo apodan “Botita” porque a su hermano mayor quien también estudia
en la Normal le dicen “El Bota” y a él , en automático, le pusieron “el Botita”
aunque es de estatura media y gordo, nada desmadroso, siempre amigable, sano,
no pesado: No es alburero, es buena onda de echar la mano, pendiente de los
demás, un chavo muy solidario con todos, que en la clase le explica al profe y
le hace el paro…”
39.
Christian Alfonso Rodríguez de 21
años, de Tixtla anhela ser maestro y le gusta la danza folclórica. “A él le
dicen “Hugo” porque siempre usa playeras de Hugo Boss. Su primo en la marcha
del miércoles 22 se quedó ronco de tanto explicar: “No solo es mi primo, es mi
amigo… es una persona muy aplicada, muy dedicada al estudio y a la danza y es
injusto que alguien que se entregue y se esfuerce de ese modo, sufra
consecuencias trágicas a manos del gobierno…”
40.
José Ángel Navarrete González de 18
años comparte una HABITACIÓN dentro de la Normal con otros dos jóvenes, en la
que no hay un solo mueble, ni siquiera camas, sólo pliegos raídos de hule
espuma.
41.
A Carlos Iván Ramírez Villarreal de
20 años le dicen “El Diablito” La verdad es que es bueno, no se mete con nadie,
tranquilo, quiere ser alguien pero en buena onda, no payaso pues…”
42.
José Ángel Campos Cantor de 33 años
de Tixtla es el de mayor edad de los 43 normalistas desaparecidos. Aunque mayor
nunca abusa de los demás, al contrario, apoya en todo, es amigo de todos…”
43.
A Israel Caballero Sánchez
originario de Atliaca, un pueblito a la mitad del camino entre Tixtla y Apango
le dicen “Aguirrito” por gordito. Está preparándose para ser maestro en
comunidades indígenas y cuando sus compas le dicen Aguirrito protesta: “No sean
cabrones, no me pongan esa chinga…”
Ayotzinapa
está destrozado. México está destrozado. Los alumnos de la Normal de Ayotzinapa
conservan los tenis rotos de sus compañeros, su ropa, hasta los cartones que
les sirven de cama. Esperan su regreso a pesar de que al extraordinario
sacerdote Alejandro Solalinde, protector de los migrantes que ahora mismo
celebra misa en Ayotzinapa, varios testigos le dijeron que los estudiantes
habían sido asesinados, desmembrados y tirados a una fosa a la que le
prendieron fuego. No hay respuesta suficiente entre crimen tan grande. La foto
del estudiante del estado de México Julio César Mondragón al que le sacaron los
ojos circula en Internet, su rostro desollado. Estamos ante una catástrofe
nacional. En cinco estados hay protestas en apoyo a los 43 desaparecidos.
México se desangra. La comunidad internacional está escandalizada y considera
que México es ahora el país sin guerra más peligroso para los jóvenes. Jóvenes
mutilados, jóvenes sin cuerpo, jóvenes asesinados. En el mundo entero resuena
la indignación. La madre del estudiante de Guadalajara Ricardo Esparza que
asistió al Cervantino de Guanajuato dijo que agradecía recibir el cuerpo muerto
de su hijo para llevarle flores. ¿No resulta monstruosa su conformidad? O como
se pregunta Gloria Muñoz Ramírez. “¿Hasta dónde ha llegado el terror implantado
por el gobierno en el seno de la sociedad?” Frente al terror solo queda la
unión de un pueblo que se levanta y grita como lo ha hecho durante días:
“Vivos se los llevaron,
vivos los queremos”.
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