viernes, 31 de octubre de 2014

"Partido Comunista y crisis de la Universidad Arcis"

"Partido Comunista y crisis de la Universidad Arcis"

Señor director:

En respuesta a las aseveraciones formuladas en el editorial de La Tercera del 27 de octubre, es necesario precisar lo siguiente:

Los estudios de postgrado de la Universidad Arcis se han desarrollado desde 1991 con la emergencia de cuatro magister y dos doctorados. En 2006 se creó la Dirección de Postgrado y en 2008 pasó a  denominarse Escuela Latinoamericana de Estudios de Postgrado (Elap). Fue  en ese momento cuando se firma el convenio con la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho de la República Bolivariana de Venezuela, agregándose otros cuatro programas.

A la fecha, la Escuela Latinoamericana de Estudios de Postgrado (Elap) cuenta con 13 programas de magister y dos doctorados formando a más de mil estudiantes de distintas nacionalidades del continente. Al revisar la trayectoria de Elap se evidencia que  su vitalidad ha dependido de su capacidad innovadora en propuestas de postgrado, que han sido reconocidas en su campo. Ha sido su prestigio en las áreas de docencia, investigación, publicaciones y extensión el que ha permitido seguir desarrollando el proyecto más allá del debate y la coyuntura crítica que ha afectado al Partido Comunista de Chile, manteniendo sus actividades en forma regular. Por eso resulta temerario aseverar que la escuela de postgrado es sólo producto de un sistema de cooperación con Venezuela,  como si su existencia  hubiera estado supeditada al futuro de tal convenio.

No somos una ficción. Tenemos nuestra tradición académica vigente.

Francisca Quiroga
Directora Magíster en Políticas Sociales y Gestión Local  Elap, U. Arcis
                                                             
El Partido Comunista y la crisis de la U. Arcis
La caótica situación se produjo mientras el PC fue su controlador, pero la dirigencia y sus líderes políticos han preferido guardar silencio.
27/10/2014

LA CRISIS financiera por la que atraviesa la Universidad Arcis ha motivado una investigación del Ministerio de Educación, la conformación de una comisión investigadora de la Cámara de Diputados y posiblemente arriesga a transformarse en el primer plantel que será intervenido por el gobierno bajo la nueva ley referida al tema. Los antecedentes que han llevado a su posible colapso -que fueron dados a conocer hace algunos meses por una investigación de Ciper Chile- justifican los cuestionamientos, pero las personas y entidades vinculadas al Partido Comunista -que eran los controladores de la universidad hasta diciembre del año pasado- han eludido su responsabilidad en la debacle académica y financiera por la que hoy atraviesa el plantel.

Hay un tema de fe pública comprometido en este caso, pues quien oficiaba como secretario general de ese partido -y que hoy ostenta el cargo de asesor del Ministerio de Educación- aseguró que “su partido no obtuvo ni un peso de la Arcis”, y que, por el contrario, “perdió dinero”. Esas aseveraciones se contraponen con los antecedentes que han salido a la luz, y que dan cuenta de que para efectos de tomar el control de la universidad, el Partido Comunista formó junto a otros socios una sociedad inmobiliaria (Libertad) que se hizo propietaria de los activos del plantel y por los cuales cobraba arriendo. El PC participaba en dicha sociedad a través de dos entidades ligadas a éste: la ONG Ical y Ediciones Ical. A pesar de la estrechez económica que se fue haciendo evidente progresivamente, Libertad no tuvo problemas en distribuir dividendos por cerca de $ 600 millones, lo que pone en duda la versión aludida.

Es llamativo que las mismas prácticas que el Partido Comunista ha denunciado como escandalosas en el sistema universitario privado -su consigna de “fin al lucro” ha animado poderosamente al movimiento estudiantil- las haya replicado sin reservas mientras gestionó la universidad. Es materia de investigación por parte del Ministerio de Educación si acaso hubo irregularidades en dichas operaciones, pero cuando menos hay una incoherencia injustificable de parte del partido frente a la opinión pública, y el silencio que sus principales dirigentes, diputados y líderes sociales han mantenido frente a estos hechos resulta ominoso.


La dirigencia comunista tampoco ha logrado dilucidar las suspicacias que se han generado por su abrupto retiro en la gestión de la universidad, en diciembre de 2013, muy poco antes de que asumiera el gobierno de la Nueva Mayoría. La comisión investigadora de la Cámara de Diputados ha puesto especial énfasis en los fondos que la universidad recibió de parte del gobierno de Venezuela -autorizados por el fallecido Presidente Hugo Chávez-, y que de acuerdo con los antecedentes conocidos habrían alcanzado US$ 13 millones, aunque el PC ha cuestionado esa cifra. Consta que a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico de Venezuela, la universidad recibió US$ 9 millones, como parte de un convenio de asistencia económica no reembolsable, con el objetivo final de establecer en la universidad la Escuela Latinoamericana de Estudios de Posgrado. Dicho proyecto no prosperó, como tampoco el agresivo plan de expansión de la universidad en regiones. Por ello, es de interés público dilucidar cuál fue el destino exacto de esos fondos -la propia naturaleza “no reembolsable” ya resulta discutible- y por qué, pese a su cuantía, igualmente se produjo el colapso financiero de la Arcis.

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